Descubre en estas líneas qué es la displasia de cadera en bebés. Además, te contamos cómo identificar sus síntomas, qué evolución pueden tener los niños que la presentan y las opciones de tratamiento de las que se disponen. ¡Información clave para padres!
Índice
¿Qué es la displasia del desarrollo de la cadera (DDH) en bebés?
Es un problema referente al modo en el que se forma la cadera de un bebé, que en ocasiones surge antes de que nazca y en otras después, mientras el niño va creciendo. Puede afectar a una o a las dos caderas, y la buena noticia es que puede tratarse y corregirse, permitiendo al niño (y al futuro adulto) llevar una vida normal.
Esta dolencia, aunque no esté entre las enfermedades más habituales en bebés y niños, se da con relativa frecuencia. Impide que la cadera se forme adecuadamente, estando la parte esférica de esta articulación crucial parcialmente (e incluso totalmente) fuera de su cavidad y resbalando hacia dentro y fuera de la misma.
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Diferencias entre displasia y luxación de cadera en bebés
No hay que confundir ambos conceptos, pues son diferentes aunque estén relacionados. La mejor manera de explicarlo es que una displasia no tratada y corregida puede llevar a una luxación.
La displasia es el desarrollo anormal de la articulación de la cadera, cuando la cavidad no cubre del todo la cabeza del fémur; la luxación de cadera en bebés, niños o adultos es la dislocación completa de está fuera de la cavidad.
Síntomas de displasia de cadera en bebés
Por fortuna la displasia de cadera en bebés no es dolorosa para ellos, pero eso también hace que sea difícil de detectar.
Sin embargo, hay varios síntomas de la displasia de cadera en bebés que pueden observarse prestando una cierta atención: la diferencia en la longitud de las piernas del niño e incluso su movimiento, los chasquidos o clics de la cadera que pueden oírse (y hasta notarse palpando al bebé), la cojera que se observe cuando el niño comience a andar, la desalineación de los pliegues de la piel bajo las nalgas o en los muslos…
Caderas inmaduras en bebés: diagnóstico y evolución
La displasia en bebés (o dicho de una manera más coloquial, las caderas inmaduras en bebés) no debe dejarse pasar por parte de los padres. Si perciben cualquier síntoma que les preocupe al respecto deben acudir pronto al médico con su pequeño para que le evalúen las caderas, procediéndose a la realización de un diagnóstico y al inicio de un tratamiento que permita corregir esa malformación y ayudar al niño a tener un desarrollo correcto y un crecimiento normal.
Los médicos suelen detectar la displasia durante las revisiones periódicas, pidiendo la realización de algunas pruebas para confirmarla o descartarla, como ecografías o radiografías. Después, durante el tratamiento, habrá que acudir periódicamente al médico (normalmente un cirujano traumatológico) para que siga la evolución de la dolencia del niño y vaya ajustando las pautas a seguir para corregirla por completo.
Tratamiento para la displasia de cadera en bebés
El primer paso tras detectarse esta condición es elegir el tratamiento más adecuado a seguir, siempre con el mismo fin: mantener la articulación esférica de la cadera dentro de su cavidad, con la meta de que esta articulación pueda crecer con normalidad.
Opciones según la gravedad
La gravedad de la displasia, la edad del niño y la propia evolución de la dolencia serán determinantes en la elección de una opción u otra, o en la combinación de ellas.
Estas posibilidades pasan por la utilización de un arnés ortopédico e incluso de una operación de cadera, bien sea esta sencilla (reducción cerrada) o algo más compleja (reducción abierta). Ambas operaciones requieren después del escayolado de esa parte del cuerpo del niño.
Uso de arneses y terapias
El uso de arneses ortopédicos es muy útil para bebés que tengan menos de seis meses de edad. Normalmente se usa el de Pavlik, un arnés de hombros que se une a unos estribos que llegan hasta los pies y que coloca las piernas del niño en una postura que guía la esfera del fémur hacia el interior de la calidad del hueso de la pelvis.
Normalmente este tipo de arnés se coloca entre seis y doce semanas, siendo importantes las revisiones durante ese periodo. Suele funcionar muy bien, manteniendo las caderas en su sitio y no precisándose de otros tratamientos.
Hay terapias que ayudan decisivamente a la corrección del problema, desde los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento hasta la estimulación motora y los masajes. Los ejercicios de estimulación temprana para bebés son importantes, y más aún en casos particulares como el que aquí tratamos.
Cirugía en casos graves
Si pese a ello no se ha logrado solucionar el problema (o si el niño tiene ya una edad más avanzada) es recomendable pasar a operar.
En la reducción cerrada, realizada con anestesia general, el cirujano desplaza el fémur del bebé para que la esfera vuelva a entrar en la cavidad ósea. En la abierta (que se efectúa si la cerrada no ha sido eficaz) hay que hacer un corte en la piel, desplazando el músculo para ver la articulación de la cadera y colocando la esfera en la cavidad de la pelvis.
Prevención y recomendaciones para padres
Principalmente se trata de evitar factores que puedan provocar peligro físico a su hijo y de contribuir a que la articulación se desarrolle saludablemente. Debe evitarse envolver al bebé con las piernas muy juntas y dejar que sus caderas se muevan libremente, y en caso de que se use portabebés cuidar de que se está utilizando de la manera correcta.
También es importante seguir los consejos e indicaciones de los especialistas, estar atentos a la evolución del pequeño y acudir a revisiones médicas periódicas (incluso hasta bien entrada la adolescencia, en torno a los 16-18 años de edad, pues el niño todavía estará en proceso de crecimiento).
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Preguntas frecuentes
¿Cómo se puede corregir una displasia de cadera en bebés?
Colocando un arnés adecuado al bebé durante unas cuantas semanas, y si no quedase más remedio a través de una operación, fuera necesaria cirugía o no. Y también con terapias que ayuden: ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, masajes, estimulación motora…
¿Cómo se trata la displasia de cadera en bebés?
Determinando qué tratamiento viene mejor al niño y poniéndolo en práctica; realizando revisiones periódicas en la consulta de especialistas (sobre todo de cirujanos traumatológicos pediátricos), para lo que viene estupendamente disponer de un seguro de salud; apoyando su evolución con las terapias adicionales adecuadas; cuidando y vigilando sus hábitos posturales; y siguiendo la evolución de su problema de cerca.
Para los bebés de menos de seis meses, la utilización de un arnés adecuado puede ser muy útil de cara a corregir la displasia de cadera de un modo efectivo e indoloro.
¿Qué significa que un bebé tenga caderas inmaduras y cómo afecta esto?
Que tiene displasia evolutiva de cadera, lo que supone un problema en el modo en el que se forma esta parte del cuerpo en el bebé. Si se trata adecuadamente el niño podrá tener un desarrollo normal y saludable. Si no puede llevar a dolor al andar, problemas de movilidad y artritis, incluso a una edad muy temprana.
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