Como madres y padres, la felicidad de los hijos es una prioridad. Sin embargo, una cosa es desearla y otra muy distinta conseguirla.
La felicidad infantil es abstracta y depende de muchos factores, algunos de ellos menos evidentes para los adultos. ¿Sabías que la felicidad en los niños se puede aprender y enseñar? Cada vez más expertos sostienen que reside en las pequeñas cosas y se construye poco a poco.
Te enseñamos cómo debes potenciarla con estos consejos.
Qué es la felicidad infantil
Para los niños, la felicidad es el sentimiento que les lleva a entusiasmarse, les exalta y les llena de emoción. La felicidad infantil está compuesta por pequeños momentos, normalmente donde interactúan con otros adultos o niños. Además, no es algo innato a las personas, sino que se puede aprender y, por lo tanto, también enseñar.
La felicidad infantil es un concepto muy abstracto. Tanto que podríamos decir que existe una por cada niño. Aun así, como padres no debemos caer en el error de pensar que nuestro hijo debe estar eufórico en todo momento. La tristeza, la irritabilidad o el nerviosismo son emociones que también deben experimentar y son tan naturales como la felicidad misma.
Un aspecto clave de la felicidad es la tranquilidad. Los niños son capaces de percibir la serenidad en los adultos, y contagiarse de ella. Y, como padres, el futuro de los hijos es lo más importante. En GENERALI contamos con un Seguro de Vida pensado para garantizar el bienestar de los tuyos en caso de invalidez o fallecimiento: la educación de los hijos, hacer frente a la hipoteca si no puedes pagarla o la manutención. Cuando se trata del bienestar de los tuyos, ¡conviene contar con los mejores! Consulta con un agente para que pueda analizar tus necesidades.
¿Qué factores influyen en la felicidad infantil?
Como hemos mencionado, cada niño tiene un concepto propio de la felicidad. No obstante, existen algunos elementos que la promueven.
- Autonomía. Sentirse autónomos es, para los más pequeños de la casa, esencial durante la infancia. Les ayuda a reforzar su autoestima y les aporta confianza en ellos mismos. Es un motivo de orgullo y contribuye a que puedan ser más felices.
- Confianza. Para ellos, los adultos somos su referencia. Especialmente su madre y padre son figuras a las que admiran. Y cuando sienten que esas personas depositan confianza en ellos, también se sienten queridos y apoyados.
- Reconocimiento. Ser capaz de aceptar lo que los niños tienen, reconocer aquello que hacen por ellos y agradecerlo les ayuda a construir un camino hacia la felicidad.
- Pertenencia. Como seres sociales, los niños también necesitan sentirse parte de un grupo. Fomentar su inclusión en núcleos familiares, reuniones con vecinos o sentirse uno más del grupo de amigos del cole es importante para ellos.
- Inteligencia emocional. Otro factor que influye en cómo ayudar a un niño a ser feliz es educarlo en inteligencia emocional. Es importante animarle a que pueda compartir sus sentimientos con otras personas. Del mismo modo, debe aprender a gestionar sus emociones a la hora de enfrentarse a los problemas de forma pacífica. Esto les dotará de tranquilidad y seguridad, camino que les conducirá a ser más felices.
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Beneficios de la felicidad en los niños
Para muchas personas, los beneficios de la felicidad en los niños son más que evidentes, ¿verdad? Sin embargo, cuando echamos la vista a nuestra propia vida y nos preguntamos si somos felices, la respuesta es compleja y tiene varias aristas. Los beneficios de la felicidad para tus hijos están relacionados con el presente, pero también con su futuro.
- Cuando son felices también son capaces de tener una mirada más positiva.
- Una caricia, que su padre les haga la comida o que otro compañero les preste un juguete en el patio… Les enseña a reconocer los pequeños gestos que otras personas hacen por ellos.
- Les permite tejer relaciones sociales más sólidas.
- Cuando son felices también están más preparados para relativizar. Encaran las dificultades con mayor templanza y son capaces de extraer aprendizajes incluso de los momentos complicados.
- Un niño feliz es también más empático con los demás.
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8 consejos para potenciar la felicidad en los niños
¿Cómo criar niños felices? Como adultos, tenemos algunas herramientas en nuestra mano para potenciar la felicidad en los niños.
¡Prueba con estos consejos!
Fomenta actividades al aire libre
Entrar en contacto con la naturaleza, potenciar su sentimiento de libertad y facilitar estímulos multisensoriales es una manera de impulsar su curiosidad. Las actividades al aire libre contribuyen a romper con su rutina diaria, ofreciéndoles planes más dinámicos que aumentan sus niveles de endorfinas y serotonina asociados a la felicidad.
Además, descubrir entornos naturales también incentiva su sentido del asombro. Contribuyen a que el niño se sienta más relajado y pueda conectar con una realidad distinta a la de su día a día.
Promueve emociones positivas
Cada día es una oportunidad para destacar emociones positivas en tus hijos. Incluso aquellos momentos en los que se encuentra más irascible, fomentar el positivismo como herramienta para encontrar soluciones les resultará de gran ayuda.
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Pasa tiempo de calidad con tus hijos
Cuando hablamos de tiempo de calidad, no nos referimos a ir a recogerle al colegio o ayudarle a hacer sus deberes. Se trata de un tiempo que ambos os concedeis para disfrutar de vuestra compañía. El objetivo es que podáis conectar y reforzar vuestro vínculo afectivo.
Puedes aprovechar para compartir un rato practicando ese hobbie que tanto le gusta. O simplemente salir a pasear y conversar sobre temas de su interés como el último cómic que ha leído o cuál es su superhéroe favorito y por qué. Convertir situaciones cotidianas en momentos memorables mejorará vuestro apego y contribuirá a su felicidad.
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Haz múltiples demostraciones de cariño
Algunos niños son especialmente receptivos a muestras de cariño como abrazos o besos. Otros, sin embargo, tienden a ser distantes y prefieren evitar el contacto físico. En cualquier caso, las demostraciones de cariño también pueden ser verbales o conductuales.
Verbalizar palabras de apoyo o compartir con tu hijo lo agradecido que estás de tenerle es una forma de reforzar tu amor incondicional hacia él.
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Enséñale a ser amable con su entorno
Mostrarle que la felicidad de los que le rodean también contribuye a su felicidad es algo difícil, pero muy enriquecedor para los más pequeños. Recuérdales que deben mostrarse generosos y amables con sus compañeros de clase.
✅ ¡Truco! Una forma sencilla de practicarlo es fomentar que argumenten los motivos por los que dan las gracias. Es decir, no solo sugerirles que digan “gracias” cuando alguien hace algo por ellos, sino que puedan compartir el motivo por el que están agradecidos. “Gracias maestra por haberme prestado este libro” o “Gracias hermanito por prestarme el mando de la consola para jugar juntos”.
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Pregúntales por sus emociones y comparte las tuyas con ellos
Otra forma de ayudar a tus hijos a que sean felices es potenciar su inteligencia emocional. Hazles entender que compartir sus emociones es un acto maduro y muy bonito. Para ello, pregúntales de vez en cuándo cómo se sienten o qué reflexiones tienen sobre aquello que han visto o vivido.
De la misma forma, tú también debes compartir proactivamente tus sentimientos con ellos. De esta forma, aprenderán a ser más empáticos con otras personas y pedir ayuda cuando lo necesiten.
Fomenta la actividad física
Todos los niños necesitan practicar actividad física de forma habitual como parte del desarrollo. Favorece su bienestar y es una manera de liberar estrés. ¡Descubre cuáles son los deportes más recomendados para los niños!
Establece metas y visibiliza sus logros
Contribuir a que tus hijos se marquen pequeñas metas con las que puedan retarse es una enseñanza ideal para aprender a tolerar la frustración y dominarla. Ayúdales a que establezcan objetivos y anímalos a que los cumplan.
Puede ser desde leer un libro con objetivos por capítulos, aprender a contar en inglés o aprobar esa asignatura que se les resiste.
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