Mi cabeza no para de pensar… Se le conoce como el mal del siglo XXI.
La exposición de la información a la que estamos sometidos abre tantas ventanas de atención en la mente que provoca la pérdida del foco. Se llama el síndrome del pensamiento acelerado o SPA y esta patología ha aumentado tras la pandemia.
¿Sufres tu también de este mal y quieres saber cómo dejar de sobrepensar? Este artículo te sorprenderá.
Qué es el síndrome de pensamiento acelerado
El síndrome del pensamiento acelerado es un tipo de ansiedad provocada por la exposición a excesiva información, estímulos y actividad del día a día que obligan a nuestra mente a trabajar de forma vertiginosa.
El psiquiatra brasileño Augusto Cury dice haber descubierto esta patología extendida en la población de la actualidad. Afirma que la era digital ha acelerado nuestra vida de tal forma que el cerebro termina procesando miles de pensamientos estériles, sin conclusiones que nos ayuden a tomar decisiones.
Preparar la merienda, la cita médica, escribir un correo electrónico a primera hora del día, mandar un WhatsApp a tu hermano, ir a comprar leche o llamar a tu compañía de luz… Todas estas ventanas que se abren de forma simultánea en la mente hacen que la persona pierda el foco y la concentración fácilmente.
En los últimos años el exceso de información a la que estamos todos expuestos ha producido que vivamos una vida acelerada. Y esto termina siendo el principio de problemas de ansiedad o trastornos mentales.
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Significado de taquipsiquia
La taquipsiquia es un síntoma que aparece en algunos trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Se caracteriza por causar en la persona un aceleramiento del pensamiento hasta el punto de distorsionar su sensación del paso del tiempo.
Sin embargo, esta era en la que vivimos también ha propiciado que muchas personas sin trastornos mentales experimenten esa sensación de que el tiempo se apresura cuando padecen el síndrome de pensamiento acelerado.
Síntomas del síndrome de pensamiento acelerado
Los síntomas del pensamiento acelerado son similares a los de otras patologías. Por ese motivo conviene prestar atención a ellos y acudir a un especialista para realizar un diagnóstico preciso:
- Fatiga o cansancio.
- Aburrimiento.
- Trastornos del sueño.
- Déficit de memoria. Tender a olvidar conversaciones o detalles de la vida cotidiana con facilidad.
- Cambios bruscos de humor o irritabilidad.
- Problemas para concentrarse. Esto lo podrías ver reflejado en las dificultades para terminar una tarea.
- En algunos casos, se pueden dar erupciones en la piel o caída del cabello.
- Pérdida de la autoestima.
Muchas personas no terminan de asociar sus inquietudes a esta patología porque los síntomas son muy comunes. Pero existen situaciones cotidianas con que las te puedes sentir identificado:
- Leer una página de un libro y no recordar su contenido.
- Te cuesta concentrarte en el trabajo.
- Desde que te levantas, vives con ansiedad repasando todas las tareas que debes afrontar.
- Consumir información de forma superficial, como ver vídeos en Youtube en reproducción acelerada, leer documentos en zig zag o navegar por Internet de forma apresurada.
- Sobrepensar las cosas.
- Algunas personas lo verbalizan así: “me cuesta hablar y pensar”.
Factores de riesgo del pensamiento acelerado
Algunas personas están más expuestas a esta patología cuando sufren las siguientes situaciones:
- Sobrecarga de trabajo.
- Dar vueltas a preocupaciones futuras.
- Estar expuesto a mucha información: redes sociales, televisión, conversaciones simultáneas a través del teléfono móvil.
- Sufrir ansiedad.
- Estrés en el lugar de trabajo.
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¿Pensar mucho daña el cerebro?
Pensar o dar vueltas a las cosas no causa daños en el cerebro. De hecho, estimular el cerebro con reflexiones o juegos de ingenio permite ejercitarlo.
Cómo prevenir el síndrome del pensamiento acelerado
- Piensa despacio para desacelerar la mente. Ahora que conoces los síntomas del pensamiento acelerado sabrás cómo identificarlos cuando lo sufres. Tómate un respiro cada vez que sientas que tu cerebro se estimula en exceso.
- Evita el multitasking. Nuestro cerebro no está programado para atender a varios asuntos a la vez. El multitasking o capacidad para realizar varias tareas simultáneas obliga a que nuestro cerebro esté pendiente de demasiados frentes a la vez. Es preferible que abordes una única ocupación. Además, serás más productivo.
- Tómate descansos necesarios en tu trabajo. Da un pequeño paseo o haz una pausa para tomar un café o infusión cada dos horas. Conseguirás que tu mente se despeje.
- Evita querer ser hiper productivo todo el tiempo. Esto podría ser una de las causas de tu pensamiento acelerado. Muchas veces procrastinar y dedicar tiempo a lo que te gusta también es un beneficio para ti.
- Practica deporte. La actividad física contribuye a reducir los niveles de estrés. Además, te mantendrá alejado de los estímulos digitales.
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Consejos para aliviar el pensamiento acelerado o cómo dejar de sobrepensar
Si te has sentido identificado con gran parte de los síntomas del pensamiento acelerado, es posible que lo padezcas. La realidad es que millones de personas también lo sufren. Aquí van algunos consejos para no pasarte el día sobrepensando.
Visita a un experto
Nuestra capacidad de autodiagnóstico es limitada y no siempre acertada. Si tienes indicios de estar padeciendo principios de ansiedad, es aconsejable que visites a un experto. Te ayudará a identificar las conductas que no te ayudan y aprenderás a neutralizarlas.
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Realiza tareas de estimulación controlada
Leer una novela, escuchar música mientras te das un baño o sentarte en un banco a observar cómo pasea la gente son tareas de una estimulación controlada. Invierte un rato al día para realizar este tipo de tareas. Te mantendrán ocupado al mismo tiempo que enfrían tu pensamiento acelerado.
Desintoxícate del exceso de información
Pon en práctica una dieta digital. Para ello, evitar someterte a un exceso de impactos digitales como redes sociales o conversaciones multitudinarias de WhatsApp. Por ejemplo, bloquea todas las notificaciones que no consideres imprescindibles.
Tampoco se recomienda frecuentar entornos digitales con mucha actividad como portales de noticias, Twitter o foros públicos. Puedes incluso prescindir del uso del teléfono móvil una vez llegues a casa, y así disfrutar tu vida familiar al completo.
Apóyate en la meditación
Las personas que meditan diariamente son capaces de controlar mejor sus pensamientos intrusivos. Medita 10 minutos todos los días nada más despertarte.
Ni siquiera hace falta que salgas de la cama. Tumbado, aplica una respiración pausada y profunda mientras dejas tu mente en blanco.
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Conecta con la naturaleza
Otra forma de aliviar tu pensamiento acelerado es encontrándote a través de la naturaleza. Los entornos naturales son la mejor vía para regresar a un mundo más terrenal, saludable y pausado. Realiza una ruta cerca de casa o pasa unos días en una casita rural. Echa un vistazo a estas 11 webs para escoger el destino rural perfecto.
Tómate pausas mentales
Llegar a casa tras un largo día y tomarte un tiempo para relajarte ayudará a frenar tu mente. Asegúrate de pasar, al menos, 60 minutos al día con la mente distraída. Te ayudará a ralentizar tu estrés cerebral.
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