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Buscar un mentor en el trabajo puede ser una de las mejores decisiones de tu carrera laboral, pero encontrar a la persona idónea a la que escuchar, que te guíe y te apoye no es fácil. En un primer momento quizá te sientas incómodo intentando acercarte a esa persona para pedirle ayuda. Sin embargo, si eliges al candidato adecuado y enfocas bien tu relación, los resultados merecerán la pena.

Te contamos todo lo que necesitas saber sobre cómo buscar un mentor y acercarte de la forma adecuada.

 

¿Qué es un mentor laboral?

 

Un mentor es alguien con experiencia y conocimiento que quiere apoyarte y guiarte para que consigas tus objetivos de crecimiento a nivel personal y profesional. El mentor laboral puede ayudarte a tener claros tus planes a largo plazo, marcar unos pasos a seguir y conseguir lo que te propongas. Por ejemplo, puedes aprender nuevas formas de gestionar tu tiempo o aprovechar al máximo tus contactos. Los buenos mentores también tienen una gran agenda de contactos y recursos que pueden compartir contigo.

¿No se te ocurre en qué te puede ayudar el mentor? Te damos algunas pistas: aumentar la productividad, mejorar los conocimientos y habilidades en tu campo de trabajo, desarrollar tu talento personal y el liderazgo.

Y si te preocupa que esto sea una relación unilateral, ¡no te preocupes! La persona tutelada también tiene que trabajar, al igual que el mentor. El mentor te exigirá compromiso real y ganas de construir una relación basada en el respeto mutuo. También esperan que trabajes en esos cambios que habéis acordado en tu vida profesional y que te prepares para la próxima sesión con información detallada de los progresos que has conseguido. Si lo haces correctamente, tu mentor también se beneficiará de esta relación de conveniencia mutua.

 

¿Cómo conseguir un mentor?

 

Lo ideal es tener un mentor que trabaje en la misma industria que tú y que tenga más experiencia, te inspire y sea un buen comunicador. No debería ser tu jefe o superior actual, ni tampoco alguien de la competencia. Tu mentor debe ser imparcial y tener una visión general. Puede ser una persona de referencia en tu campo o alguien que esté a punto de jubilarse tras una carrera repleta de éxitos.

Ya son muchas las empresas españolas que ofrecen este tipo de servicio para sus empleados, así que no olvides consultar con tu superior o el departamento correspondiente si existe este servicio. Si te convence y crees que puedes aprender de las personas que participan en la mentoría de los trabajadores, ¡no dudes más!

Sea quien sea, es importante que elijas a alguien a quien admires y respetes, con cualidades específicas que te gustaría tener en tu vida profesional. Que no te asuste si crees que esa persona está ocupada, ¡nunca sabrás la respuesta si no preguntas!

Si ya conoces bien a la persona que quieres que sea tu mentor, llámala por teléfono o habla con ella en persona. También puedes plantearle la opción de reuniros para hablar de una posible mentoría. Si no conoces a la persona, envíale un correo electrónico. No importa cómo lo hagas, pero déjale claro lo que buscas. Explícale por qué la admiras (sin ser demasiado adulador) y que buscas su consejo, un par de frases son más que suficientes. Puedes terminar ofreciéndole reuniros para tomar un café. Deja una semana de margen antes de enviar un recordatorio.

 

¡Ya tengo mentor! ¿Cómo empiezo el mentoring?

 

¡Buenas noticias! Pero antes de dejarte llevar, párate a pensar  si te llevarás bien con tu mentor y si tiene la experiencia y las cualidades adecuadas adecuadas, como la empatía, el apoyo y la honestidad. Si tiene todo lo que buscas, es hora de ponerse manos a la obra. ¿Cuántas veces os vais a reunir? ¿En qué problemas os vais a centrar? ¿Cómo vais a medir el progreso? Tener un resultado concreto en mente, como conseguir un aumento o más encargos, os dará algo por lo que trabajar.

En cuanto a las sesiones de mentoría, puedes sugerir reuniros para tomar un café dónde y cuándo le venga bien a tu mentor. ¿Queréis tomar todas las medidas de seguridad posibles y, por tanto, es mejor evitar quedar en persona? ¡No pasa nada! Hoy en día hay muchísimas herramientas a través de las cuales os podéis reunir y hacer una videollamada, como Zoom, Skype o Google Meet.

Prepárate la reunión: apunta tus propósitos e intenciones. De esta forma, podréis centraros en eso durante la conversación y mostrarás respeto por el tiempo de tu mentor, ya que así la reunión no se alargará más de lo necesario. Toma notas y envíale un correo electrónico a tu mentor de seguimiento en el que confirmar los detalles que habéis acordado. Y, lo más importante, ¡pon en práctica lo que habéis hablado!

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