En España y gran parte del mundo, los avances en salud reproductiva y la tecnología de última generación están permitiendo a las mujeres jóvenes abordar su bienestar con un enfoque proactivo que se centra cada vez más en la salud mental y física, y les otorga más poder sobre la crucial decisión de tener hijos o no.
Para las mujeres que quieren tener un mayor control sobre su salud, quizás uno de los avances más interesantes de los últimos años ha sido la llegada de tecnologías de bienestar puestas al servicio de la población femenina, también conocidas como «FemTech». Se trata de un sector en rápida expansión que combina software, apps móviles, tecnología wearable (dispositivos que se llevan puestos como un complemento o prenda de vestir) y plataformas de salud digital para permitir a las mujeres vigilar, gestionar y tomar decisiones bien fundadas y en tiempo real sobre su salud en general y, cada vez más, sobre su salud reproductiva. Al poner herramientas y datos directamente en manos de las mujeres, el mundo FemTech también puede ayudar a tapar las grietas existentes desde hace tiempo en el acceso a la asistencia sanitaria y la atención destinada a cada sexo, y sus efectos ya se están dejando sentir en una mejora de la salud y la autonomía de los/las pacientes.
Índice
Cómo funciona la FemTech
Apps como Clue, Flo Health o Natural Cycles utilizan algoritmos de aprendizaje automático y datos introducidos por los usuarios para predecir las ventanas de ovulación, los días fértiles y los síntomas del síndrome premenstrual. Algunas incluso integran sensores que pueden llevarse en el cuerpo y monitorizan la temperatura corporal basal, el sueño y la variabilidad de la frecuencia cardíaca. Pero quizá uno de los aspectos más significativos de este tipo de «herramientas sanitarias de precisión» personalizadas es que ofrecen a las mujeres la información que necesitan para conocer a fondo su propio cuerpo. Eso es de vital importancia si se tiene en cuenta que, en una encuesta realizada en 2020 a 2000 mujeres, una de cada diez fue incapaz de identificar correctamente una ilustración del aparato reproductor femenino. La encuesta, encargada por Intimina, fabricante de productos reutilizables para la menstruación, reveló las grandes carencias de las mujeres en el conocimiento de su propia anatomía. Por ejemplo, casi el 60 % no supo identificar qué parte del cuerpo era el útero. Aparte del conocimiento de anatomía, los resultados de otro estudio publicado el año pasado revelaron una «escasa concienciación de las mujeres en materia de salud reproductiva» y un «bajo nivel de conocimiento de los factores de riesgo de infertilidad», independientemente de la edad, el nivel educativo o las experiencias personales.
Estos resultados apuntan a la necesidad real de mejorar la difusión de información sobre la salud reproductiva de las mujeres. Y es ahí donde la tecnología del bienestar ya está teniendo un profundo impacto.
Distintas apps para distintas necesidades
No todas las aplicaciones FemTech son iguales y, en un mercado tan competitivo, cada una de ellas tiene unos objetivos claros.
Por ejemplo, Natural Cycles presume de ser la «primera y única aplicación de su clase» autorizada por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) como método de anticoncepción. En concreto, esta app permite a las mujeres planificar el embarazo —o evitarlo— sin tener que recurrir necesariamente a los habituales métodos anticonceptivos hormonales. Según afirma la web de la compañía: «La mayoría de las otras apps de fertilidad dan por hecho que tu ciclo dura 28 días. Esto significa que la predicción de los días fértiles no está adaptada a tu ciclo personal. Entonces, ¿cómo te puedes fiar de ellas? Nuestro algoritmo disminuye notablemente el peligro de recibir un estado de fertilidad incorrecto, ya que utiliza tus propios datos de temperatura, lo que reduce el riesgo de embarazos no deseados e incluso puede ayudarte a planificar el embarazo con mayor precisión».
Cuando Flo Health se convirtió en el primer «unicornio FemTech» de Europa en 2024, la empresa presumía de que su «plataforma de herramientas integrales» tenía casi 70 millones de usuarios mensuales activos y cerca de cinco millones de suscripciones de pago. De acuerdo con su web, el número total de descargas de la aplicación Flo asciende actualmente a 420 millones. Una de las características distintivas de Flo son sus diversas calculadoras, que pueden ayudar a extraer datos tales como el momento adecuado para realizar una prueba de embarazo o cuándo es probable que se haya implantado un óvulo fecundado en el útero (técnicamente el momento en que se considera que una mujer está embarazada).
Por su parte, Clue, que se fundó en Alemania en 2012 y cuya cofundadora y presidenta, Ida Tin, acuñó por primera vez el término «FemTech» cuatro años después, está disponible en 20 idiomas, entre ellos el inglés, hindi, italiano, noruego, español y vietnamita. La empresa afirma que las usuarias pueden monitorizar más de 200 «experiencias únicas relacionadas con el ciclo».
Sin duda, tener el histórico y los patrones menstruales al alcance de la mano resulta sumamente cómodo para cualquier mujer que se enfrente a la inevitable pregunta que le hacen al inicio de cualquier consulta médica: «¿Cuándo tuviste la última regla?»
Abajo las barreras
Pero estas plataformas ofrecen mucho más que comodidad; también ofrecen sentido de comunidad al conectar a las mujeres con otras mujeres, profesionales sanitarios y grupos de apoyo que fomentan un sentimiento de pertenencia y comprensión, lo que a su vez conduce a mejoras en la salud.
Por ejemplo, como puede confirmar cualquier persona que se enfrente a problemas de fertilidad, el camino hacia la concepción puede ser arduo y crear sentimientos de soledad y aislamiento. Según womentech.net, al abordar y tratar abiertamente temas como el bienestar sexual, la fertilidad, la menopausia y la salud mental, «las mujeres líderes en FemTech están desempeñando un papel crucial para acabar con estigmas que vienen del pasado. Su trabajo promueve un diálogo más abierto sobre diferentes aspectos de la salud femenina, lo que fomenta una cultura de aceptación». Disponer de un espacio seguro para debatir sin tapujos temas que pueden parecer tabú incluso entre familiares y amigos permite a las mujeres conectar a través de sus experiencias compartidas y ayuda a normalizar conversaciones que antes se estigmatizaban u ocultaban. Más allá del diálogo entre iguales, las redes de apoyo estructuradas que incluyen asesoramiento en salud mental, opciones terapéuticas y grupos guiados se integran cada vez más en la forma de gestionar la salud de las mujeres. Esto no solo ayuda a reducir el estigma, sino que también garantiza que el bienestar emocional se considere como una parte esencial de las decisiones sobre fertilidad y salud reproductiva.
España se ha convertido en uno de los núcleos europeos más dinámicos en materia de innovación en salud femenina. El país cuenta con más de 60 startups FemTech españolas, desde plataformas de salud reproductiva hasta aplicaciones para la menopausia y el bienestar mental apoyadas por programas nacionales que promueven la inclusión digital en la sanidad (Red.es – Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, 2024). El Plan Estratégico de Salud Sexual y Reproductiva (2023-2026) del Ministerio de Sanidad pretende mejorar el acceso a la anticoncepción, los servicios de fertilidad y los recursos de educación sexual mediante asistencia telemática y sistemas basados en la interoperabilidad de los datos (Ministerio de Sanidad – Estrategia nacional de salud sexual y reproductiva 2023–2026). Más allá de la regulación, una nueva generación de emprendedores españoles —muchos de ellos mujeres— está transformando el mercado: empresas como WOOM, Emjoy y LactApp combinan conocimientos basados en la IA y la colaboración de la comunidad para hacer más accesible la salud reproductiva y emocional (WOOM Fertility, 2024). Juntos, estos esfuerzos demuestran que, en España, la revolución FemTech no se limita a dispositivos o datos, sino que trata de dar a las mujeres una capacidad tangible de decidir sobre su bienestar uniendo innovación, empatía y vida cotidiana.
Enfoque holístico
Algunas aplicaciones FemTech, como Clue, incluso se han asociado con plataformas de mindfulness como Headspace en un esfuerzo por abordar la salud reproductiva de la mujer de una manera integral que reconozca la conexión mente-cuerpo y la carga psicológica que desafíos tales como la infertilidad representan para el bienestar mental de una persona.
Por ejemplo, las pacientes que están tratando de concebir manifiestan sentimientos de ansiedad, aislamiento y pérdida de control, y los niveles de depresión en pacientes con infertilidad se han comparado con los de pacientes con diagnóstico de cáncer.
Sin embargo, a pesar de la prevalencia de la infertilidad, que se calcula que afecta a uno de cada seis adultos, la mayoría de las mujeres infértiles son reacias a compartir sus historias con familiares o amigos, lo que aumenta sus posibilidades de vulnerabilidad psicológica.
El universo FemTech pretende cambiar eso… y mucho más.
Tecnología que les cambia la vida
En última instancia, los inventores de tecnologías del bienestar centradas en la mujer, y quienes invierten en ellas, creen que poner todo el potencial de la tecnología al servicio de las mujeres permitirá a estas alinear sus objetivos de salud y planificación familiar con otras ambiciones importantes de la vida, como continuar sus estudios, desarrollar una carrera, encontrar pareja o comprar una casa.
Al ofrecer a las mujeres un conocimiento más completo de su cuerpo y la capacidad de adoptar un enfoque proactivo de su bienestar, incluida la posibilidad de decidir libremente sobre la maternidad, podrían transformar el lugar de la mujer en la sociedad en un futuro no muy lejano. Esa transformación también depende de la capacidad de acceder a recursos médicos acreditados cuando sea necesario: las iniciativas que facilitan el acceso a clínicas de fertilidad agilizan las consultas y reducen las barreras para recibir atención especializada están resultando tan cruciales como las herramientas digitales a la hora de capacitar a las mujeres para alinear sus opciones sanitarias con el resto de sus objetivos vitales.
Porque, si la información es poder, nunca había sido tan grande el potencial de las mujeres para controlar su futuro a nivel colectivo e individual.
