El seguro te ayuda si… te roban el coche y aparece con daños

El seguro te ayuda si… te roban el coche y aparece con daños

¿Te han robado el coche y ha aparecido con daños?

En este artículo te explicamos qué desperfectos cubre un seguro de coche y cuáles no en caso de que aparezca destrozado tras su robo con un caso práctico.

Ejemplo de un coche robado con daños

Los últimos días de Álvaro han sido complicados. El lunes salió de casa, y se encaminó hacia el coche, que había aparcado en la calle, para acudir a trabajar. La sorpresa fue…  ¡que su vehículo no estaba en el lugar en el que lo había dejado! En su lugar quedaba únicamente asfalto.

“Maldita sea”, pensaba una y otra vez, “no debí dejarlo en esa zona abandonada y sin iluminar”.

Pero ya no había nada que hacer, más que mirar adelante y tratar de encontrar soluciones. Pasó el día entero de trámites con la policía, su trabajo y la aseguradora, a la que tuvo el acierto de comunicar pronto lo sucedido.

Después de una semana complicada, con una mezcla de tristeza, enfado y preocupación, llegó la buena noticia: la policía se ponía en contacto con él para comunicarle que había encontrado su vehículo, que como suponía había sido robado.

¿Final feliz? En absoluto. La información que recibió después volvió a sumirle en una honda preocupación: su vehículo había resultado dañado.

Quienes robaron el coche, más allá de forzar y estropear la cerradura para acceder al mismo, sufrieron un pequeño accidente, saliendo de la vía para meterse en una zona de baches.

El automóvil, por fortuna, no sufrió importantes daños, pero sí que se rompió una colección completa de discos de vinilo que había adquirido Álvaro el fin de semana y se había dejado en el maletero, así como la sillita de su hijo pequeño en la parte de atrás del coche, que había sufrido desperfectos a causa de la colisión.

El panorama no pintaba demasiado bien, para que nos vamos a engañar: varios días sin poder utilizar el vehículo para ir a trabajar, una visita obligada al taller con el fin de reponer la cerradura rota, el pago a la grúa que restituyó el coche a la calzada, la colección de vinilos destrozada y la sillita de su hijo defectuosa.

Daños que puede cubrir el seguro del coche por robo

Por suerte nuestro amigo Álvaro contaba con un completo seguro de coche, y eso le ayudó a resolver de la mejor manera posible esa situación tan desagradable, ahorrándole tiempo y una importante cantidad de dinero.

Daños en el continente

En primer lugar contaba con la cobertura de robo, que le sirvió para cubrir los daños materiales (en este caso la cerradura, que se había estropeado en el momento de forzarla para robar el coche).

En el supuesto menos frecuente de que los cacos hubiesen optado por romper alguna ventana para entrar, la garantía de rotura de lunas se habría hecho cargo de los daños, independientemente del cristal que se hubiera destrozado, e incluso si se hubiesen producido desperfectos en el parabrisas o el techo solar.

Daños en el contenido del coche robado

Eso en lo que respecta al continente, la estructura del vehículo. Pero… ¿y qué pasó con el contenido, con lo que había dentro del mismo?

La colección de vinilos y la silla habían resultado seriamente dañados. Pero el seguro de coche se hizo cargo del coste de los discos, abonando al cliente su valor pues se encontraba dentro de los límites estipulados en el contrato.

También se responsabilizó del desembolso por los gastos de reparación del dispositivo de retención infantil, como lo habría hecho en el caso de que su cliente hubiera necesitado comprar una silla nueva.

Por suerte apareció pronto su coche. De no ser así, como el automóvil no había superado todavía los dos años de antigüedad la indemnización de la aseguradora le habría permitido comprar un vehículo igual al que tenía, puesto que se le garantizaba el valor de nuevo.

Costes por paralización de vehículo

Lo malo es que entre los días que pasaron hasta que la policía encontró su auto y los que pasó en el taller para la reparación, el asegurado no pudo disponer del mismo.

Sin embargo, hizo uso de la cobertura de indemnización por paralización del vehículo, lo que le permitió durante ese tiempo recibir un subsidio diario por parte de su compañía que le permitió tener un montante de sobra para acudir en transporte público a trabajar y realizar gestiones.

Podría haber hecho uso también de la cobertura de coche de sustitución disponiendo de un automóvil de similares características al suyo, pero no lo consideró necesario.

Nos dejamos otra situación, la actuación de la grúa que debió remontar el coche desde la zona pedregosa en la que había quedado varado hasta la carretera.

¿Quién se hizo cargo del coste de ese servicio profesional? Lo habéis adivinado: el seguro de auto, que por medio de la garantía de asistencia en carretera brindó esa operación de manera gratuita a la persona asegurada.

Robo o hurto, ¿qué me cubre en cada caso?

Robo y hurto son dos términos que a menudo se confunden, pero no son exactamente lo mismo:

El robo es un delito en el que se utiliza la fuerza ante personas u objetos.

El hurto, por su parte, se refiere a una sustracción ilegal sin usar la violencia ni las amenazas.

Pero no os preocupéis, porque un buen seguro de coche puede ofrecer respuesta ante ambas situaciones e incluso para la tentativa de robo.

Las condiciones particulares, como siempre, dependerán de la modalidad de producto que hayáis suscrito, y deberán estar reflejadas claramente en el contrato de seguro.

¿Qué pasa si el coche aparece tras cobrar la indemnización?


Depende de lo que haya determinado la aseguradora en las condiciones del contrato. Lo habitual es que el cliente disponga de un breve plazo de tiempo tras la recuperación del vehículo para optar entre restituir el dinero a la aseguradora o quedárselo… pero dejando a la compañía de seguros la propiedad del mismo.

Conclusión

El seguro no evitó que nuestro protagonista viviera una situación complicada, pero le resolvió la vida a su cliente en muchos sentidos, ayudando a que esta experiencia desagradable lo fuera menos.

Se hizo cargo del servicio de grúa, del coste de la cerradura, los discos y de la reparación de la silla, ofreciendo además a su asegurado un subsidio diario mientras no pudo disponer de su coche.