Qué cubre un seguro náutico cuando tu barco está atracado en el puerto

Qué cubre un seguro náutico cuando tu barco está atracado en el puerto

Al igual que los riesgos para tu coche no acaban cuando lo has aparcado (incluso aunque lo guardes en un garaje), en el caso de los seguros náuticos sucede lo mismo: cada embarcación de recreo es susceptible de correr riesgos no sólo cuando está navegando en alta mar, sino durante las operaciones de embarque y desembarque e incluso cuando esté tranquilamente atracada en el puerto deportivo. Un robo, un golpe por parte de otra nave a su llegada o salida de puerto, un fallo en la instalación marítima que provoque cualquier tipo de daño a la embarcación…

La RC del seguro obligatorio únicamente cubre la responsabilidad civil cuando el barco se encuentra navegando y/o atracado en puerto, pero no se hace cargo de los daños provocados o sufridos por la nave estando en varadero. Pero eso se puede solucionar contratando un seguro náutico como el de GENERALI, un producto multirriesgo que permite voluntariamente ampliar la responsabilidad civil para que esta también se haga cargo de los daños materiales y personales provocados a terceros por la embarcación durante su permanencia en tierra firme.

Coberturas que protegen tu barco cuando está atracado

En las siguientes líneas te contamos cuáles son las coberturas de un seguro de embaracaciones de recreo o náutico que responden ante los riesgos y daños que puede sufrir una embarcación de recreo estando atracada en puerto.

Averías particulares

Además de los daños a terceros, los mejores seguros multirriesgo cubren una gran cantidad de daños propios, muchos de los cuales pueden ocurrir cuando el barco está en el puerto. Por ejemplo, los sufridos a causa de un incendio o la caída de un rayo; los ocasionados durante las operaciones de carga y descarga; o los provocados por actos vandálicos y malintencionados (imaginemos unos gamberros que pintan el barco o dañan su cubierta). La cobertura de averías particulares podría hasta tener validez durante los traslados del bote por carretera, en caso de que sufrieran un daño durante una parada en un lugar de estacionamiento.

Robo

Otra de las desafortunadas posibilidades a las que se expone el propietario de un barco cuando este se encuentra en el puerto es la de robo, que en el sector asegurador se considera una sustracción ilegítima de los bienes que se hayan asegurado mediante actos que impliquen violencia (no sólo a las personas, sino hacia los objetos) o a través de intimidación.

Por suerte, los seguros náuticos más completos también ofrecen respuesta ante este riesgo, cubriendo los daños sufridos por la embarcación por ocasión no sólo de un robo, sino de su tentativa.

Además, el seguro también podría hacerse cargo de cubrir a su cliente en caso de que se haya producido el robo de uno o varios motores fueraborda, tanto de la embarcación asegurada como de la auxiliar, siempre que ésta haya sido incluida expresamente en el condicionado del contrato de seguro. Eso sí, el dueño también tiene una serie de obligaciones, pues para que se haga efectiva esta cobertura debe haber unido firme y adecuadamente el motor a la embarcación a través de algún mecanismo antirrobo adicional, así como guardarlo y protegerlo debidamente en caso de que se haya depositado en alguna parte fija de la embarcación como un almacén o depósito.

Por otra parte esta garantía también ofrece cobertura ante otra posibilidad, la de que se produzca un robo de los accesorios incorporados de forma fija a la embarcación que se hayan declarado en la póliza, como pueden ser los instrumentos de ayuda a la navegación o una balsa salvavidas.

Efectos personales

La de efectos personales es otra de las importantes garantías que cubre un seguro náutico que se precie de ser completo. Cuando se tiene una embarcación no sólo hay que preocuparse de la estructura del barco sino de todo lo que este pueda contener. Es habitual que alojemos numerosos objetos en nuestra nave, como ropa, equipos electrónicos (música, televisión, vídeo, fotografía), aparejos y equipos de pesca, submarinismo, esquí náutico o acuático, bicicletas y un sinfín de objetos personales más.

Los mejores seguros náuticos para embarcaciones de recreo cubren los efectos personales ante casos que pueden suceder en el mismo puerto, como el de avería de la embarcación asegurada, robo o tentativa de robo e incluso la pérdida total. De esta manera la aseguradora se compromete a indemnizar a su cliente por valor de los daños causados en los efectos personales que se encuentren a bordo de la embarcación asegurada.

Como es lógico, en el contrato de seguro se marcarán los límites económicos correspondientes para las indemnizaciones.