Los seguros y planes de pensiones de cara a la jubilación, están diseñados para proporcionarte tranquilidad, tanto ahora como en el futuro.
Los seguros de vida, por ejemplo, ofrecen protección financiera a tus seres queridos en caso de fallecimiento o incapacidad, mientras que los seguros de salud cubren tus gastos médicos si sufres una enfermedad, accidente o lesión. Cada tipo de seguro cubre una necesidad en particular.
Cuando contratas un seguro, pagas una cuota a una aseguradora (también conocida como prima), que te da derecho a disfrutar de las coberturas o servicios de este. La cantidad que pagas dependerá del tipo de seguro y de muchísimos otros factores, como pueden ser tu edad, estado de salud, y muchas otras variables.
Aunque la importancia de los seguros y planes de pensiones es evidente para muchos, puede resultar difícil saber qué producto te conviene más en cada momento. En este artículo te explicamos cuatro tipos de soluciones que pueden influir en tu bienestar personal y financiero, qué cubren y si son adecuados para ti.
Un seguro de vida protege económicamente a tus seres queridos en caso de que fallezcas. Tu familia recibiría un pago en efectivo si falleces mientras estás cubierto por el seguro.
En caso de fallecimiento, la aseguradora pagará a tus beneficiarios el dinero que hayas contratado.
▷ Te resultará útil: Instrucciones Previas o Testamento Vital, ¿Qué es?
En caso de padecer una Invalidez absoluta y permanente, pérdida de autonomía o una incapacidad profesional permanente, podrás solicitar el pago anticipado del capital de fallecimiento.
Podrás dedicar un capital especial para casos de dependencia severa y gran dependencia, especialmente interesante en ciertas edades.
Gana bienestar con servicios destinados a ayudarte y cuidarte en tu día a día: telemedicina, orientación psicológica, teleasistencia, o ayuda con el testamento legal y vital, entre otros.
Piensa detenidamente en tu situación. ¿Quién depende de ti financieramente y cómo os las arreglaríais si sucede un imprevisto que os impida generar los ingresos actuales?
Ten en cuenta tu hipoteca u otras deudas que tengas, y cuánto tienes ahorrado. Si trabajas por cuenta ajena, averigua si tu empresa te proporciona alguna prestación en caso de fallecimiento y si deseas suscribir un seguro aparte para complementarlo.
Cuanto más joven empieces, más baratas serán las cuotas porque es más probable que goces de buena salud.
Un seguro de decesos proporciona un colchón financiero de cara a cubrir los costes del fallecimiento pero también te garantiza servicios administrativos en el momento en que suceda.
Tendrás cubiertos los gastos de inhumación, tanto si es un entierro como si se trata de una incineración.
La aseguradora se encargará tanto de la gestoría, cómo del asesoramiento en relación con los trámites tras el fallecimiento: certificado de últimas voluntades, herencias….
Te prestará ayuda en la elaboración del testamento con el asesoramiento de abogados.
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Piensa en la situación financiera de tu entorno familiar y en cómo podrían cubrir los gastos en caso de fallecer.
El seguro de salud está diseñado para cubrir tus gastos médicos si tienes una enfermedad, accidente o lesiones, pero también está enfocado en prestarte servicios de prevención. Generalmente suele incluir el coste de consultas, exploraciones, tratamientos e intervenciones.
Incluso si tienes acceso a atención médica pública, el seguro de salud privado puede ofrecerte un acceso más rápido.
Un aspecto importante a tener en cuenta es si tiene acceso a asistencia sanitaria financiada por el Estado. Si es así, ¿qué incluye y qué más te gustaría que cubriera el seguro privado?
Piensa también en tus propias necesidades sanitarias y en las de los miembros de tu familia. Asegúrate de elegir un seguro que cubra los especialistas u hospitales que necesitas o a los que preferirías tener acceso.
Si padeces alguna enfermedad preexistente, informa de ello a la aseguradora que hayas elegido al contratar el seguro para saber si se cubrirá algún tratamiento relacionado con ella.
Cuando compares el coste de cada tipo de seguro, ten en cuenta la franquicia. Esta es la cantidad que deberás abonar en ciertos servicios. Cuanto mayor sea la franquicia, menor será la prima.
Cuando te jubiles, necesitarás algún tipo de ingreso que sustituya tu salario. En la mayoría de los países, la prestación económica a los jubilados se basa en tres pilares:
Con la creciente incertidumbre en las economías mundiales, saber que tu plan de pensiones está protegido es fundamental. La buena noticia es que la mayoría de los gobiernos cuentan con regímenes legales de seguros de pensiones y redes de seguridad para proteger los ahorros de jubilación de los empleados.
Para saber más sobre cómo la salud económica de tu país puede afectar a tus finanzas personales, lee nuestra guía sobre los aspectos básicos de los indicadores económicos.
Además de los planes respaldados por el Estado, los planes privados pensados para la etapa de la jubilación ofrecen una capa adicional de seguridad para poder disfrutar de esta etapa de la vida después de muchos años de trabajo.
El objetivo de los planes de pensiones privados es proteger el ahorro para que puedas afrontar tu jubilación frente a una serie de riesgos potenciales, como la volatilidad del mercado, o el gap que se produce entre la pensión pública y tus ingresos respecto a cuando estás trabajando.
Nunca es demasiado pronto para comenzar a planificar la jubilación. Ten en cuenta tus objetivos financieros personales y el panorama general de las pensiones. Si unos ingresos garantizados que te ayuden a mantener tu calidad de vida durante toda tu jubilación merece la pena considerar un plan que ofrezca la opción de una renta vitalicia.
Ahora más que nunca, es importante garantizar tu bienestar y poder disfrutar de los mejores años tras la jubilación. Los Planes de Pensiones de GENERALI te ofrecen una amplia gama de soluciones.