El acoso escolar es un problema que afecta cada vez a más familias. Con la proliferación de las redes sociales, las víctimas de acoso escolar o bullying pueden sufrirlo incluso estando en casa.
Aunque no es fácil identificarlo, algunos síntomas como las dificultades para conciliar el sueño, la pérdida de autoestima o la aparición de lesiones debería ponerte en alerta.
Si has detectado que tu hijo lo sufre, es importante activar un protocolo de actuación poniéndolo en conocimiento de sus tutores. ¿Cómo identificar el acoso escolar y qué medidas debes tomar? Te lo explicamos en este artículo.
Qué es el acoso escolar
El acoso escolar es cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal reiterado que se produce entre escolares y se prolonga en el tiempo. Estas conductas o acciones con el objetivo de humillar, pegar, aislar o insultar a la víctima pueden llevarse a cabo por un único individuo o un grupo. En ambos casos, se consideran situaciones de acoso escolar.
Es importante destacar que el acoso escolar aparece cuando existe una desigualdad de poder entre la víctima y el acosador escolar. Dicha desigualdad puede tener distinta naturaleza: un desequilibrio de fuerza física, una diferencia social o psicológica.
Para hablar de acoso escolar, deben darse cuatro elementos clave:
- Existe una intencionalidad por parte del acosador escolar.
- El maltrato contra la víctima es personalizado e individualizado. Es decir, se dirige sistemáticamente hacia el mismo niño.
- Hay un desequilibrio de poder.
- Las agresiones se prolongan en el tiempo. Esto significa que no se trata de un problema puntual.
Entonces, ¿qué es el bullying?
Es frecuente que los términos acoso escolar y bullying se empleen indistintamente. Pero, ¿son realmente sinónimos? El bullying es un tipo de violencia escolar ejercido de forma extrema. Se caracteriza por conllevar unas consecuencias más graves para la víctima. Además, su duración en el tiempo suele prolongarse más que el acoso escolar.
El bullying también tiene un componente muy psicológico. Aparte de la violencia verbal y física que se ejerza contra la víctima, el acosador busca intimidar, someter y desgastar emocionalmente a su víctima. En muchos casos, con el objetivo de obtener un reconocimiento entre los compañeros de clase.
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Tipos de acoso escolar
El maltrato en las aulas puede adoptar distintas formas. Conocerlas te ayudará a identificar si se está ejerciendo contra tu hijo. Estos son los distintos tipos de acoso escolar:
- Acoso escolar físico. Es uno de los más comunes. Incluye violencia física como golpes, empujones y patadas.
- Acoso verbal. Se manifiesta fundamentalmente a través de insultos, apodos, burlas o rumores.
- Cyberbullying o bullying cibernético. Es un tipo de maltrato que tiene lugar en Internet. Las redes sociales pueden ser su principal caldo de cultivo, aunque también se puede ejercer a través de mensajes directos o llamadas telefónicas.
- Bullying sexual. Este tipo de maltrato en las aulas incluye tocamientos o acercamientos no deseados de naturaleza sexual. Otra variante es el acoso a niños y adolescentes por su orientación sexual.
- Acoso psicológico. Se trata de un maltrato moral a través de conductas que buscan atacar la dignidad e integridad del niño o adolescente. En ocasiones incluye amenazas, chantajes o intimidaciones.
- Bullying social. Este tipo de acoso escolar tiene como objetivo aislar a la víctima y humillarla en público. La exclusión puede tener motivaciones por cuestiones socioeconómicas, culturales o discapacidades.
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¿Cómo identificar el acoso escolar? Síntomas comunes
Saber identificar el acoso escolar es vital para ponerle fin y evitar que las consecuencias en la víctima se agraven. Existen algunos síntomas que te pueden hacer sospechar que tu hijo está sufriendo algún tipo de maltrato en clase:
- Dificultades para conciliar el sueño o pesadillas frecuentes.
- Sentimientos de impotencia.
- Baja autoestima.
- Lesiones por su cuerpo inexplicables.
- Pérdida o rotura de objetos como ropa, libros o dispositivos electrónicos que lleva a clase.
- Cambio en sus hábitos alimentarios.
- Dolores de cabeza o estómago frecuentes.
- Pérdida repentina de su círculo de relaciones.
- Deseos de evitar cualquier tipo de situación social.
- Comportamientos autodestructivos como escaparse el hogar, autoinfligirse daño o hablar del suicidio.
Si detectas cualquier de estas situaciones, lo más recomendable es ponerlo en conocimiento de sus profesores y, en las situaciones más graves, acudir a un especialista. En GENERALI ofrecemos un Programa de Bienestar con todos nuestros Seguros de Salud que incluye consulta con psicólogos especializados en distintas áreas, incluida la infantil.
Protocolo ante un acoso escolar
¿Has identificado signos o síntomas evidentes de acoso escolar en tu hijo? En este caso, debes actuar en dos direcciones: abordarlo en el ámbito familiar y ponerlo en conocimiento con el equipo docente.
En casa, trata de fomentar un clima de comunicación y confianza. Es importante que tu hijo pueda verbalizar lo que le ocurre para poder ponerle solución.
Por otro lado, pon en marcha un protocolo de acoso escolar poniendo esta situación en conocimiento del centro escolar. Para ello, es recomendable seguir estos pasos:
- Reúnete con el tutor de tu hijo. Exponle el problema, tus preocupaciones y las señales que te hacen pensar que tu hijo está siendo maltratado.
- Da un plazo para que el centro tome medidas. Aunque deseas que esta situación se resuelva inmediatamente, es posible que lleve cierto tiempo solucionarla. El centro debería investigar lo que ha ocurrido y recabar información. Si la situación de acoso se confirma, se suele abordar el problema con los alumnos implicados en tutorías y ponerlo en conocimiento de sus familias.
- Comprueba si efectivamente las medidas se están llevando a cabo.
- Si el centro escolar no responde de la forma que esperas, solicita una inspección educativa.
- En última instancia, si consideras que el centro no está tomando las medidas adecuadas, puedes denunciar la situación.
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¿Cómo actuar con tu hijo si es víctima de acoso escolar?
Lo primero que debes saber es que muchos niños no recurren a sus padres cuando sufren maltrato en las aulas. Incluso si tienes una relación muy cercana o crees ser un perfecto confidente, las consecuencias psicológicas podrían aumentar la distancia con tu hijo.
Recuerda que, como padre o madre, no estás solo. El cuerpo docente cada vez está más sensibilizado. Además, existen orientadores especializados y asociaciones que pueden orientarte.
Es recomendable que establezcas una dinámica de confianza en casa. Transmítele interés por conocer qué tal ha sido su día en el cole, quiénes son sus amigos o cuáles son sus profesores preferidos. Si tienes indicios de que ocurre algo, se aconseja que lo compartas con tu hijo abiertamente. Algunas fórmulas para abordarlo pueden ser: “Me preocupa que te esté pasando algo en el cole” o “Alguien te está molestando en clase”?
Además, es importante que le traslades calma y tranquilidad. Anticípate a sus miedos demostrando que puedes ayudarle. Del mismo modo, reitérale que también puede contar con sus profesores cuando lo necesite.
Por último, trata de identificar aquello que le genera malestar. Si está sufriendo acoso escolar porque se burlan de él, intenta trabajar su autoestima. Ofrécele herramientas para auto-empoderarse. Si, por el contrario, el problema está en su círculo de amigos, ayúdale a analizar qué compañeros pueden ser una verdadera compañía para él.
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¿Cuándo se debe acudir a un especialista?
Las consecuencias de acoso escolar o bullying pueden llegar a tener un gran impacto en las víctimas. Si tu hijo manifiesta cambios de conducta muy radicales, has detectado comportamientos autolesivos o consideras que su salud puede estar en riesgo, acude a un especialista.
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