Así protegen los distintos tipos de seguros a la bicicleta, el transporte del futuro

Así protegen los distintos tipos de seguros a la bicicleta, el transporte del futuro

En este artículo vamos a hablar de cómo nos protegen los distintos tipos de seguros si vamos en bicicleta. 

El nuevo escenario al que nos estamos acostumbrando a marchas forzadas supone una gran cantidad de modificaciones en nuestro modo de vida habitual. En muchos aspectos fundamentales -higiene, relaciones sociales, trabajo, realización de actividades cotidianas y responsabilidades, manera de disfrutar el tiempo de ocio…-. Como son muchos aspectos, hemos decidido centrarnos en uno de estos ámbitos, un aspecto crucial que también está abocado a un importante cambio de escenario: el de la movilidad. 

En ese sentido nos encontramos ante un panorama complejo, marcado por la influencia de dos fuerzas poderosas: por un lado, la degradación del medio ambiente en el planeta por la creciente contaminación; por el otro, el impacto brutal del coronavirus en la salud humana a nivel mundial. 

Y ambos problemas presentan soluciones antagónicas: el primero aconseja la prevalencia del uso del transporte público con el fin de minimizar la creciente contaminación; el segundo sugiere el empleo del privado para evitar que el virus pueda propagarse con mayor virulencia y celeridad. 

Entonces, ¿qué hacemos? Siempre que nos sea posible, explorar la tercera vía, el uso de un transporte privado no contaminante. En ese sentido la bicicleta, que lentamente iba haciéndose con un hueco en las ciudades españolas en los últimos tiempos, puede convertirse en una gran solución. 

De hecho, la bici cada vez gana un mayor protagonismo en la nueva movilidad, y numerosos datos lo demuestran: por ejemplo, durante el primer fin de semana de desconfinamiento la ocupación del carril bici aumentó en un 300% en algunos municipios españoles; la búsqueda de bicicletas en Google en nuestro país se ha disparado un 138% desde el inicio del estado de alarma; los ayuntamientos optan cada vez más por construir más carriles específicos para estos vehículos, instalar aparca bicis e incluso ayudar a financiar la compra de bicicletas. 

Poco a poco vamos hacia un esperanzador escenario en el que cada vez más personas usan la bicicleta no sólo para hacer deporte, sino incluso para ir a realizar gestiones, quedar con los amigos o acudir a trabajar. 

 

¿Cuáles son los riesgos de ir en bici?

 

Sin embargo, este medio de transporte cómodo, práctico, sano y ecológico (y útil en la estrategia anti Covid-19) también supone, como cualquier otro, verse expuesto a numerosos riesgos: desde poder sufrir un robo -debido a su ligereza y facilidad para el transporte es un vehículo, pese al uso de un buen candado, bastante sencillo de robar- hasta caerse y tener una herida o lesión (por no ponerse en supuestos más graves), pasando por causar daño involuntario a los demás, tanto a otras personas como a otros vehículos o mobiliario urbano. Y además es probable que en algunas de estas situaciones necesitemos ayuda o asistencia de profesionales mecánicos o de los servicios médicos, con el económico que puede suponer.

 

La importancia de contar con un seguro que nos proteja cuando vamos en bicicleta

 

Por eso resulta una decisión acertada la contratación de un seguro que integre coberturas que protejan a los dueños de bicicletas, garantías que el sector asegurador ha creado y perfeccionado en los últimos años según la bici ha ganado un mayor peso como medio de transporte habitual. 

Por ejemplo, los seguros de hogar más completos, como el de GENERALI,  incluye a las bicicletas como parte del contenido de la casa de su asegurado, cubriendo económicamente a su dueño en caso de que sufra un robo dentro de la vivienda o sus anexos. Además, un producto de este ramo también cubre la responsabilidad civil por daños a terceros que se hayan cometido como propietario o usuario de una bici.

Los seguros de coche también incluyen garantías a este respecto como extensión del seguro del automóvil, ofreciendo coberturas como RC a terceros si hemos causado algún daño mientras montamos en bicicleta; defensa jurídica y reclamación de daños tras cualquier incidente del que hayamos sido parte como ciclistas; y accidentes corporales, si hemos sufrido algún mal al manejarnos con la bici. El seguro de coche de GENERALI también lo incluye.

Además, en los últimos tiempos incluso se han creado productos específicos para las bicis y patinetes eléctricos, como el seguro Patinete & Go de GENERALI, seguros de RC que incluyen la cobertura de daños personales y materiales causados involuntariamente a terceros y ayudan a prevenir los riesgos derivados de la conducción de estos vehículos en entornos urbanos. Algunos de estos seguros tienen además la ventaja de abarcar, gracias a una sola póliza, la protección de todos los componentes de la familia como usuarios de la bicicleta.

 

Respetar la normativa y ser prudentes

 

Pero no vale sólo con la protección del seguro, sino que debemos ser nosotros los que como ciclistas nos encarguemos de tomar las precauciones necesarias: circular por las vías habilitadas, respetar las normas de circulación, señalizar adecuadamente los giros y movimientos que realicemos y, por supuesto, no circular bajo los efectos del alcohol o drogas. Además, deberemos tener en cuenta la normativa específica sobre el uso de la bicicleta en ciudades y de cuidarnos de utilizar el material necesario y en condiciones como el imprescindible casco, el timbre y las luces de la bici. Un chaleco reflectante es también recomendable, especialmente si circulamos de noche. 

Lo principal, por tanto, es una buena práctica y responsabilidad como ciclista, y si a eso se le integra la protección adicional que ofrece un buen seguro, mejor que mejor.