¿Seguro de ahorro o depósito bancario? En este post te explicamos en qué consiste cada una de estas dos vías, las diferencias, las ventajas que ofrece cada una de estas dos opciones y cuándo elegir cada uno para que tomes la mejor decisión de ahorro.
¿Qué es un depósito bancario?
Es un producto de ahorro que ofrecen los bancos en el cual el cliente entrega una cantidad de dinero a la entidad bancaria durante un plazo determinado y ésta se compromete a devolver esa cantidad a la finalización de ese plazo junto a los intereses que se hayan pactado de antemano. De esta manera la persona presta su dinero al banco para en un plazo de tiempo recibirlo de vuelta junto a un pequeño rendimiento.
¿Qué es un seguro de ahorro?
En cuanto a qué es un seguro de ahorro, se trata de un producto de ahorro creado por las compañías de seguros que es similar en algunas cosas al depósito bancario, pero que ofrece más posibilidades.
El asegurado invierte un dinero y a la conclusión del plazo acordado puede recuperarlo sumado al rendimiento que haya conseguido a través de un interés fijo (como ocurriría en un depósito bancario) o variable.
En algunos seguros de ahorro el dinero puede obtenerse de vuelta en un pago único o mediante pagos periódicos a modo de renta temporal o vitalicia.
También, los seguros de ahorro permiten al asegurado disponer de su dinero de forma anticipada en algunos casos y además, cuentan con un seguro de vida que proporciona normalmente al beneficiario un plus en la percepción del ahorro que haya constituido el asegurado.
Depósitos bancarios vs seguros de ahorro
Vamos ahora a hacer una comparativa entre el seguro de ahorro frente al depósito bancario, analizando sus diferencias en varios aspectos.
Rentabilidad y forma de pago de intereses
La rentabilidad en los depósitos bancarios ya se conoce de antemano, pues se pacta un determinado tipo de interés que suele ser fijo. Desde el banco se te pagan los intereses en la cuenta (sobre los que se van pagando impuestos cada año) bien cada cierto tiempo o al vencimiento.
En los seguros de ahorro, para empezar, la rentabilidad puede ser fija o variable en función del producto escogido. Los intereses generados se acumulan al capital y no los recibes hasta que no decides rescatarlo, en el caso de no tener un vencimiento definido. Hay que añadir que fiscalmente suele ser ventajoso posponer la tributación hasta el final.
Liquidez y disponibilidad del dinero
Los depósitos bancarios a plazo fijo comprometen a mantener el dinero durante un tiempo, por lo que retirarlo antes podría implicar el pago de una penalización o la pérdida de los intereses.
Por lo general, los seguros de ahorro sí suelen permitir (pasado un periodo inicial) el rescate parcial o total del dinero en cualquier momento. Una flexibilidad que puede ser útil en caso de imprevisto, aunque lo ideal a priori sea mantener el ahorro hasta la meta fijada.
Horizonte de ahorro y flexibilidad de aportaciones
El horizonte de ahorro en un depósito bancario es claro y fijo, un panorama que puede ser diferente en los seguros de ahorro. Estos, además, dan la posibilidad de ir aportando dinero periódicamente -cada mes, cada año, o cuando te venga bien- con el fin de construir un capital de cara al futuro.
En ese sentido, son más cómodos para personas que pretendan ahorrar poco a poco, aunque no dispongan de una gran suma inicial.
Fiscalidad: tratamiento de los beneficios
Un depósito bancario no permite diferir el pago de impuestos sobre los rendimientos obtenidos, algo que sí deja un seguro de ahorro. Dicho de otra manera, en estos seguros el cliente no tiene que tributar hasta que retire el dinero.
Por otra parte, en productos como el SIALP o el PIAS, si pasan cinco o más años desde que se hizo la primera aportación al seguro hasta que é ste vence o se rescata el dinero, el interés que se recibe está exento de tributación, en base a la forma y a las condiciones fijadas por la ley para cada producto. Es decir, no se pagan impuestos por él.
Protección para beneficiarios y cobertura adicional
Otra diferencia clara, pues el depósito bancario no ofrece una protección adicional, pues se trata de un producto puro de ahorro e inversión. En cambio, el seguro de ahorro suele incluir un seguro de vida, lo que supone un respaldo para la familia en caso de fallecimiento.
Además, puede tener otras coberturas que respondan económicamente ante situaciones específicas como enfermedades críticas o situaciones de discapacidad, ofreciendo una mayor protección y un respaldo económico más amplio.
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¿Por qué un seguro de ahorro puede ser una mejor alternativa?
Una vez vistas las principales diferencias entre un seguro de ahorro y un depósito bancario, con sus explicaciones correspondientes, repasaremos cuáles son las principales ventajas del seguro de ahorro.
Seguridad y estabilidad financiera
Es cierto que un depósito bancario ofrece la seguridad de tenerlo todo bien atado, pero las ventajas de un seguro de ahorro aportan la seguridad de no tener que depender de realizar una fuerte inversión inicial; la de poder rescatar el dinero cuando te convenga en caso de emergencia; y la de afrontar cualquier desgracia, como un fallecimiento o una incapacidad, con la tranquilidad de disponer de un apoyo económico…
Planificación a largo plazo con ventajas fiscales
Los seguros de ahorro pueden permitir una estrategia más variada y flexible, teniendo en cuenta las circunstancias que vayan surgiendo y permitiendo una mayor capacidad de adaptación pensando en el ahorro a medio y largo plazo.
Además, gracias a ellos puede disponerse de varias ventajas fiscales. No se tributará mientras no se retire el dinero, e incluso se tiene la posibilidad, en algunos productos, de no pagar impuestos por el beneficio financiero obtenido por el seguro de ahorro en caso de que se cumplan las condiciones fijadas por la ley.
Además, en el caso de los seguros de vida ahorro podrían obtenerse importantes reducciones fiscales, así como ventajas fiscales para los beneficiarios del seguro en caso de fallecimiento del asegurado.
Oportunidad de diversificar el ahorro
Los depósitos bancarios son más rígidos, pero los seguros de ahorro permiten una mayor flexibilidad a la hora de diversificar el ahorro, distribuyendo las inversiones en distintos instrumentos financieros y adaptándose mejor a las decisiones del asegurado.
Este podría personalizar condiciones como la suspensión, el aplazamiento o disminución de las cantidades a aportar, planificar de manera más sencilla mensual, trimestral, semestral o anualmente, retirar el dinero cuando quiera sin penalización pasado un periodo inicial…
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Preguntas frecuentes
¿Qué ofrece mayor rentabilidad: un seguro de ahorro o un depósito?
Dependerá de las condiciones de cada seguro y cada depósito en concreto, pero por lo general los seguros de ahorro ofrecen rentabilidades más elevadas, así como incentivos fiscales. Al igual que otros productos de inversión, pueden ser por ello productos útiles para ahorrar en la declaración de la renta.
¿Qué pasa si necesito el dinero antes del plazo?
En la mayoría de los seguros de ahorro, pasado un plazo establecido en el contrato, lo normal es que pueda retirarse el dinero sin tener que pagarse el peaje de abonar un cargo adicional. En los depósitos, por el contrario, lo habitual es que si se quiere disponer del dinero antes de la finalización del plazo eso conlleve una penalización.
¿Qué protección tienen los seguros de ahorro frente a los depósitos bancarios?
Estos seguros suelen incluir un seguro de vida, lo que significa un importante respaldo para la familia del asegurado, así como disponer de otras coberturas que respondan económicamente en caso de que se produzca una situación grave y/o complicada.
¿Qué opción me conviene si quiero ahorrar a largo plazo?
En ese sentido, en la disyuntiva entre depósito bancario o seguro de ahorro, el segundo puede ser una opción mejor si se pretende un objetivo de ahorro a medio o largo plazo, por la mayor flexibilidad que permite. E incluso puede contratarse un seguro pensando en una meta a corto plazo, como es el caso de GENERALI Ahorro Objetivo 1 Año.