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Hoy en día, la sostenibilidad es prioritaria, desde los residuos plásticos hasta los alimenticios. Y cuidar el planeta, al fin y al cabo, es cuidarte tú. Esto se aplica especialmente al cuidado de la piel, ya que los productos para la piel contienen una larga lista de ingredientes y se venden en envases muchas veces nocivos tanto para ti como para el medio ambiente. Te enseñamos cómo poner en marcha una rutina de belleza más respetuosa con el medio ambiente.

¿Dónde está el problema?

Los cosméticos suelen tener numerosos envoltorios y contienen una lista interminable de ingredientes. En 2018, la industria mundial de la cosmética produjo 120.000 millones de envases, de los cuales la gran mayoría no se podía reciclar.

Usamos una media de entre 9 y 15 productos de belleza, que contienen entre 15 y 50 ingredientes. Esto significa que cada día pueden penetrar en tu piel unos 515 químicos, con residuos que se filtran a las aguas fluviales. El agua es el ingrediente más usado en las fábricas y se está convirtiendo en otra preocupación, dado que la gran demanda puede acabar con los suministros.

Ingredientes que debes evitar

Los ingredientes más comunes en los cosméticos pueden ser perjudiciales. El aceite de palma y sus derivados provocan un daño ambiental considerable por culpa de la deforestación que provoca su producción, además de irritar los ojos, la piel y los pulmones. Otros ingredientes nocivos con los que hay que tener cuidado son:

  • Los parabenos, que se camuflan bajo un gran abanico de nombres en las etiquetas, pero suelen acabar con «parabeno», como el «isoparabeno». Se usan mucho como conservantes en limpiadores, jabones y cremas. Se han encontrado en los tejidos de mamíferos marinos.
  • Los perfumes sintéticos que aparecen como aroma en las etiquetas. Se encuentran en la mayoría de productos y pueden causar irritación en la piel.
  • La oxibenzona o benzofenona-3, que aparece justo así en las etiquetas, forma parte de muchas cremas solares y es muy dañina para los arrecifes de coral.
  • Las microesferas de plástico, también llamadas «polietileno» o «polipropileno» en las etiquetas de los productos. Estas pequeñas partículas, que son un componente común en exfoliantes, llegan al mar y los animales marinos las ingieren. En Reino Unido y Estados Unidos están prohibidas en los productos cosméticos exfoliantes, pero en otros muchos países se permiten.

Bueno para el planeta y para ti

Unos cuantos cambios en tu rutina y tus productos de belleza pueden marcar la diferencia. Empieza por fijarte en el envase y reciclar todo lo posible. Elige productos respetuosos con el medio ambiente que usen materiales reciclados o productos que vengan sin envase, como los que han empezado a comercializar algunas marcas.

Reducir tu consumo de agua es otra de las cosas que puedes apuntar en tu lista. Este pequeño cambio en tu rutina ayudará significativamente al planeta. No dejes el grifo abierto mientras te lavas los dientes y reduce tu tiempo de ducha, ya que se ha demostrado que este pequeño gesto reduce tu gasto de agua varios litros.

El tema de los ingredientes puede ser más complicado. Busca productos con los logos de Comercio Justo o Rainforest Alliance, que indican que los ingredientes provienen de fuentes sostenibles. Para los productos que contengan aceite de palma, puedes buscar el sello de Roundtable on Sustainable Palm Oil.

Aplicaciones como Ingred y CleanBeauty son muy útiles cuando se trata de buscar un ingrediente en una etiqueta interminable, porque te permiten escanear productos o buscarlos y ver qué contienen. Esto viene muy bien a la hora de decidir si quieres seguir con los productos que usas o pasarte a marcas de cuidado de la piel más naturales.

Innovaciones en el cuidado de la piel

La gran demanda de productos ecológicos ha impulsado su innovación en los productos de belleza. Bulldog UK usa caña de azúcar en sus envases; Moon Juice incluye champiñones en sus productos; Caudalie crea ingredientes a partir de uvas y parras y 100% Pure se está interesando en los pigmentos de las frutas y verduras.

Ser sostenible está a nuestro alcance. Sabemos que es bueno para el medio ambiente, pero también lo es para la piel. Empieza con pequeños pasos, como reducir el tiempo que estás en la ducha. Pronto estos cambios se harán hábito y, cuanto más hagas, más querrás hacer. Tanto el planeta como tú saldréis ganando.

Sigue estos consejos Más que Seguros para una rutina de belleza más sostenible, todos salimos ganando!

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