Los rituales de despedida son actos simbólicos que ayudan a sobrellevar la ausencia de un ser querido. Aunque no se consideran como una fase imprescindible durante el proceso del duelo algunas personas los usan para cerrar una etapa y honrar a la persona fallecida. Descubre cómo organizar un ritual de despedida y cómo contribuye en la sanación.
Un ritual de despedida es un evento simbólico que organiza una persona con el objetivo de resolver un duelo. Suelen organizarse cuando una persona sufre el síndrome del duelo inesperado, es decir, por el fallecimiento sobrevenido de una persona. También resultan útiles en los casos del síndrome de duelo conflictivo, donde la persona que lo sufre no es capaz de recuperar la normalidad de su vida anterior al duelo.
Los rituales de despedida no suelen ser acontecimientos multitudinarios. De hecho, es habitual que lo experimente una sola persona o en un círculo muy íntimo de individuos a los que les une una relación de parentesco o amistad.
Además, los ritos de despedida no son excluyentes a cualquier otra ceremonia de incineración o entierro. Normalmente se suelen organizar una vez han concluido todos los trámites por fallecimiento. Incluso en ocasiones se realizan años después de la defunción.
Dichos rituales de despedida han demostrado tener un carácter terapéutico en aquellas personas que atraviesan un duelo. Resultan reconfortantes, y tienen una carga emocional y simbólica muy fuerte capaz de cerrar ciertas heridas.
Estas son algunos beneficios de organizar un ritual de despedida para un ser querido:
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Las circunstancias de un fallecimiento o la relación que se tenía con la persona difunta hace que en ocasiones no puede celebrarse un ritual funerario convencional. Por ejemplo, cuando se niega el derecho a asistir al funeral debido a conflictos entre familiares. O cuando muere una persona en una situación mal vista por la sociedad.
Otro situación considerada como situación desautorizada son los duelos perinatales en los que el bebé fallece antes de nacer. En estas circunstancias la madre no tiene acceso al cuerpo de su bebé difunto lo que dificulta el proceso de duelo.
Los duelos desautorizados suelen ser más complejos de transitar. Es por ello que un ritual de despedida para favorecer las condiciones para dar un último adiós.
Antes de celebrar el ritual de despedida, recuerda organizar la ceremonia en base a estas 3 fases:
✅ Conviene que todas las fases estén supervisadas por un profesional experto en duelo capaz de guiar las emociones y reconducir el proceso.
Estos son algunos consejos que te ayudarán a preparar un ritual de despedida efectivo capaz de conectar con tu ser querido y facilitar el proceso de duelo.
A algunas personas les resulta especialmente útil dejar por escrito ciertas reflexiones. El formato puede ir desde un monólogo, un poema o incluso una canción. Lo importante es exteriorizar las emociones en papel para facilitar su verbalización.
Puedes contar lo mucho que echas de menos a esa persona, o rememorar recuerdos bonitos que hayáis vivido juntos. O quizás lo agradecido que estás de haber compartido ciertos momentos.
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Este lugar de tributo puede ser desde un álbum de fotos, una caja que esconde objetos con un alto valor sentimental o un pequeño rincón en casa donde alojar pequeños objetos importantes como velas o una foto suya.
Esta ubicación servirá para conectar con la persona ausente durante el ritual de despedida mientras recordáis anécdotas o lecciones aprendidas.
Puedes tomar la decisión de conducir el ritual de despedida solo o hacerlo acompañado de otros seres queridos. Es importante que elijas aquellas personas que te ayudarán a superar el duelo.
Otro consejo útil para superar momentos difíciles es identificar un objeto con conexión especial. Puede tratarse de un colgante, una pulsera, un tatuaje o una prenda de ropa. Tras el ritual de despedida será ese vínculo que te permitirá seguir conectado con la persona.
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