¿La jornada intensiva mejora la productividad en verano?

Para solventar estas y otras dudas, presta atención a esta entrada.
Menos horas, más foco: la jornada intensiva gana peso
La jornada laboral es uno de los factores determinantes de cualquier trabajo. No solo va a afectar a cuánto tiempo le dedicas al día, sino que también define cuánto tiempo libre tienes para ti. Que una empresa elija entre una u otra modalidad tiene numerosos efectos, por lo que es preciso que conozcas la intensiva en detalle.
Qué es la jornada intensiva y cuándo se aplica
Se trata de un tipo de jornada laboral que concentra las horas de trabajo en un periodo continuo. Por regla general, se dedica toda la mañana y las primeras horas de la tarde. De este modo, se reduce la parada para comer o se elimina del todo, algo que permite acabar antes.
Este modelo se aplica en numerosos contextos, desde la administración pública al sector privado. Sin embargo, lo más normal es que se use durante el periodo estival o en lugares con una climatología que dificulta trabajar.
¿Por qué cada vez más empresas la implantan en verano?
Es cada vez más frecuente por los beneficios operativos y organizativos que ofrece. Piensa que a nadie le gusta trabajar a altas temperaturas, aunque estés en una oficina con el aire acondicionado. Al final, adoptar el modelo intensivo ayuda a evitar las horas más calurosas para no provocar un agotamiento excesivo. También contribuye a facilitar la conciliación laboral y familiar, así como a adaptarse a la baja carga de trabajo del verano.
¿Quieres potenciar la conciliación? En esta entrada te damos todas las claves que debes conocer: “Conciliación familiar: estrategias para organizar tu tiempo y disfrutar en familia.”
El cambio de ritmo que necesitan los agentes y autónomos
Tanto los agentes de seguros como los autónomos pueden beneficiarse del modelo intensivo. No obstante, este grupo de trabajadores está sujeto a sus particularidades. Al fin y al cabo, deben organizarse sus jornadas ellos mismos, lo que les da cierta flexibilidad.
Productividad real vs. horas presenciales
Algo importante que debes tener en cuenta de una jornada laboral es su productividad. Y esta es una cuestión muy controvertida. Verás, aunque trabajes ocho horas al día, no tienes por qué ser productivo en todas ellas. En unas rendirás más, en otras menos y cabe la posibilidad de que en algunas no hagas nada.
Por tanto, es esencial que distingas la productividad real, que sería el rendimiento que obtienes de la jornada, del presencialismo. Esto hace referencia a estar en tu puesto de trabajo, pero sin realizar actividad alguna. Es decir, ser poco más que un figurante en la oficina.
Cómo afecta al rendimiento comercial
La jornada intensiva puede tener un impacto significativo en la actividad comercial, tanto en positivo como en negativo. Por un lado, concentrar las horas de trabajo en un bloque continuo reduce la fatiga, favorece la concentración y permite organizar mejor el tiempo de llamadas, visitas o reuniones. Esto puede traducirse en una mayor eficiencia y en una toma de decisiones más ágil durante las horas de máxima energía.
Sin embargo, también presenta retos importantes: puede limitar la disponibilidad para los clientes que necesiten contacto fuera del horario intensivo, especialmente en sectores como el de los seguros, donde la inmediatez y la atención personalizada son clave. Además, existe el riesgo de acortar el tiempo disponible para la prospección o el cierre de oportunidades comerciales.
¿Cómo compensarlo? Aquí algunas recomendaciones:
- Organiza bloques de tiempo para tareas clave, como seguimiento de leads, llamadas o visitas.
- Activa respuestas automáticas o derivaciones fuera de horario, para que el cliente siempre sepa cuándo le atenderás.
- Adapta tu jornada a las necesidades del cliente cuando sea necesario: la flexibilidad también puede ser estratégica.
- Evalúa semanalmente si el modelo intensivo está impactando negativamente en las ventas y haz ajustes si es preciso.
Convenio colectivo, motivación y bienestar
Otro factor clave que afecta a cualquier jornada de trabajo es el convenio colectivo. Este tiene un impacto relevante al determinar si la empresa está obligada o no a implantar el modelo intensivo. Asimismo, no hay que olvidar los efectos que tiene en la motivación y el bienestar de los propios empleados, algo que estás a punto de conocer.
Qué dice la normativa y cómo adaptarse si eres autónomo
El Estatuto de los Trabajadores no específica cómo debe ser la jornada intensiva como modalidad diferenciada. Tan solo se limita a regular la jornada ordinaria máxima de 40 horas semanales y su reparto en la semana. Eso sí, su aplicación depende del convenio colectivo de cada sector o empresa, donde se contemplará la posibilidad de implantar jornadas continuas, que respetarán siempre los límites horarios y los descansos mínimos.
En cuanto a los autónomos, no existe normativa alguna que regule su jornada. Son libres de establecer el horario que estimen oportuno y que mejor encaje con su actividad. ¿Quieres trabajar en modalidad intensiva todo el año? Nadie te lo impide. Pero, para no caer en el exceso, procura probar diferentes variantes hasta encontrar la que mejor encaja con tu forma de trabajar.
Impacto directo sobre la motivación del equipo
El impacto en la motivación de los equipos de trabajo suele ser positivo. ¿Por qué? Los empleados tienen un amplio margen para conciliar su vida laboral con la personal, lo que mejora el bienestar. Con la modalidad intensiva, se puede pasar más tiempo con la familia o disfrutar de pasatiempos.
¿Estamos preparados para trabajar con otra mentalidad?
En muchos casos, optar por una jornada u otra es cuestión de mentalidad. Lo mismo ocurre con el teletrabajo. Algunas personas y empresas podrán adaptarse a la modalidad intensiva, mientras que otras preferirán el formato tradicional. No obstante, hay que prestar atención a ciertas cuestiones.
Cultura laboral tradicional vs. eficiencia horaria
La cultura laboral tradicional, al menos en España, apuesta por trabajar durante ocho horas al día. Para que sea más llevadero, existe una parada larga para comer, lo que quizás afecta a la eficiencia horaria. Precisamente, una manera de superar este problema es optando por la modalidad intensiva. En vez de hacer un parón prolongado, se opta por uno corto para acabar lo antes posible.
¿Puede extenderse más allá del verano?
La pregunta no tiene una respuesta concisa o rotunda. Cada sector de la producción está sujeto a una realidad muy distinta. Quizás una empresa desarrolladora de software pueda adoptarla sin obstáculos, pero una planta siderúrgica tendrá problemas. Lo mismo ocurre con los autónomos, que pueden adoptarla sin mayores trabas, siempre que les interese o encaje con su actividad.
En definitiva, el convenio colectivo da un amplio margen para adoptar la jornada intensiva en la temporada de verano. Basta con que la empresa quiera aplicarlo, aunque los autónomos y agentes de seguros son libres de optar por ella siempre que así lo deseen. Y si quieres ser agente, en GENERALI estamos buscando nuevos talentos. ¡Mándanos tu currículo!