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Cómo definir la misión, visión y valores para impulsar tu empresa

Equipo de trabajo construyendo la cultura de su empresa

¿Te preguntas cómo puedo impulsar mi empresa? La solución es sencilla: dotándola de misión, visión y valores. Gracias a estos tres conceptos, crearás una personalidad única para tu negocio. Y al desarrollarla, conseguirás que el público se identifique con ella.

Pero antes de llegar tan lejos, empecemos por el principio.

Por qué tu empresa necesita una misión, visión y valores definidos

Definir los tres conceptos es la base para la creación de la estrategia de tu negocio. Actúan a modo de brújula para guiarte en la toma de decisiones, el diseño de la cultura o la confección de la marca. Al fin y al cabo, son elementos clave para distinguirte del resto de la competencia.

Pero también son de gran utilidad para lograr que los clientes se identifiquen con la empresa. Al tener una misión, una visión y unos valores, el público puede verse reflejado en ellos. Se establece una conexión que contribuye, entre otras cosas, a generar un sentimiento de pertenencia.

Al final, si tu negocio carece de estos tres elementos, será difícil garantizar el crecimiento. También se verán afectados factores como la estabilidad o la competitividad. Así que, es esencial que los definas con detalle.

La base de cualquier cultura empresarial sólida

Una cultura empresarial sólida no es espontánea. Todo lo contrario, pues se levanta sobre una serie de principios bien asentados. Estos guían el comportamiento de los miembros de la organización. Así de sencillo. Y la misión, la visión y los valores son los elementos que dan coherencia e identidad al conjunto.

Impacto directo en autónomos y pymes

El impacto de los tres conceptos puede ser muy alto en los autónomos y en las pymes. Al fin y al cabo, proporcionan claridad, enfoque y cohesión, algo esencial en entornos empresariales cada vez más competitivos. Pase lo que pase, tus decisiones mantendrán la coherencia.

Cómo diferenciar misión, visión y valores en tu negocio

Es muy importante que no confundas los tres conceptos. Cada uno tiene un propósito y una naturaleza bien diferenciados. Para que no cometas errores al definirlos, presta atención a lo siguiente.

Qué representa cada concepto

  • Misión. Es el porqué de la existencia de la compañía, lo que le da sentido. Al establecer la razón de ser de la empresa, guía todas las actividades del día a día. Además, debe ser clara y específica.
  • Visión. Se trata del futuro deseado, ese horizonte al que te encaminas. Para que sea efectiva, tiene que ser inspiradora, motivadora y ambiciosa. Sin embargo, procura mantener los pies en el suelo. ¿Por qué? Garantizar la credibilidad.
  • Valores. Son los principios y creencias que rigen desde el comportamiento a las decisiones dentro de la empresa.

Ejemplos adaptados a un entorno comercial

  • Cárnicas Tello. Comenzó como un negocio familiar, pero dio el gran salto al aplicar los tres conceptos. Su misión es ofrecer productos cárnicos de calidad, la visión es liderar el sector y los valores son la honestidad y el respeto.
  • Roams. La start-up valenciana aspira a lo más alto. Por ejemplo, se ha marcado la misión de facilitar el acceso a información clara y precisa del mercado energético.

Guía práctica para construir la cultura de tu empresa

A la hora de crear la cultura de tu compañía, ten muy presentes los tres conceptos. Recuerda que son su base. Sin ellos acabarías por diseñar una estructura frágil que no sobreviviría a las pruebas del mercado.

Ejercicio de creatividad y experimentación

El proceso de creación es un ejercicio de creatividad. Tienes que buscar una forma de demostrar al público que tu empresa es diferente. Para ello, procura experimentar. No dudes en tomar riesgos, pero siempre dentro de una lógica. 

Involucra a tu equipo y hazlo parte del proceso

No tienes que enfrentarte al procedimiento en solitario. De hecho, sería un error actuar así. Tu equipo puede aportar ideas frescas y puntos de vista distintos. Al incorporarlos, diseñarás una cultura que representará a todo el mundo. Además, es una manera sencilla y efectiva de evitar conflictos a largo plazo.

Cómo estos principios se traducen en tu día a día

Los principios que diseñes se notarán en el día a día. ¿Cómo es eso posible? Bueno, son la guía de las acciones que vayas realizando. Con la dirección que marcan, el camino será más sencillo, dentro de las dificultades inherentes del mundo de los negocios.

Toma de decisiones coherente

Sin duda, el principal efecto que generan los tres principios lo notarás en la toma de decisiones. Cuando debas enfrentarte a un problema, tendrás una referencia con la que actuar. Si, por ejemplo, tus valores giran en torno a la sostenibilidad, evitarás que tus procesos de producción sean contaminantes.

Y ten en cuenta que la coherencia es algo que se nota. El público está atento al comportamiento de las empresas y las juzga según sus actos, no por sus palabras.

Comunicación alineada con tus valores

La comunicación también se simplifica, pues se alinea con unos valores claros. Esto se debe a que muestras que la empresa es auténtica, relevante y convincente. Pero recuerda que las palabras deben ir parejas a las acciones. Por mucho que insistas en que respetas la igualdad de género, lo que digas no surtirá efecto si haces lo contrario.

Piensa que lo que comuniques va a tener un impacto en el mundo real. Cualquier expresión hueca o manida será captada al instante. Igualmente, para ser efectivo, desde Generali te recomendamos este contenido: «Desarrolla tus habilidades de liderazgo empresarial para impulsar tu carrera profesional».

Checklist: ¿tu empresa tiene una cultura bien definida?

A la hora de comprobar si tu empresa tiene una cultura bien definida, puedes hacerte varias preguntas.

Preguntas clave para revisar y ajustar

  • ¿Sabes cuál es el propósito exacto de tu empresa?
  • ¿Todos los empleados comprenden la misión y se alinean con ella?
  • ¿Existe una proyección clara del futuro que sea inspiradora?
  • ¿Promueves la ética y la responsabilidad social dentro de la organización?
  • ¿La retroalimentación es constructiva?
  • ¿Las acciones de la empresa cumplen con la misión, la visión y los valores marcados?

En definitiva, con los tres conceptos que has visto, puedes pensar: «llevaré mi empresa al siguiente nivel». Si quieres darle un vuelco a tu carrera profesional, en GENERALI tenemos un puesto para ti. ¡Queremos conocerte!

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